Te quedas sin voz

General, Poesía

Esta noche tus gritos llaman a la muerte
y me recuerdas que eres un ser vivo;
yo impotente te observo tragándome
tus lágrimas por tu cuerpo herido.

Heridas en tu cabeza, llenando tu cabello
de sangre y orquídias exprimidas a grumos.
Agujeros en tu piel que llevan mis ojos
hasta el secreto que guardaste dentro.

Te estás muriendo y no puedo hacer nada,
ya no queda ni tu risa ni el olor del champú
en tu pelo; ni siquiera tus esperanzas.

Sirenas agudas y coches al vuelo,
estrellas tristes y aceras de miedo.
Adios, por siempre en mis sueños.