This is not my last statement
Feliz Año a todos, hayáis sido buenos o maluelos. Me he quedado impresionado al ver con un poco de tranquilidad la página de ejecutados desde 1982 en el Estado de Texas. Me parece muy fuerte que algunas personas, en su lecho de muerte, sigan negando su delito. Creo que cualquier persona en su sano juicio pediría perdón a la familia, a Dios, a la República o a aquello en lo que crea.
Por eso considero que, quitando a los enfermos mentales, los que niegan su culpa, son inocentes. Sin negar que la pena de muerte es una monstruosidad en cualquier caso, palabras como las de Roy Pippin te dejan helado:
(…) You will answer to your Maker when God has found out that you executed an innocent man.(…)
My love to my son, my daughter, Nancy, Kathy, Randy, and my future grandchildren. I ask for forgiveness for all of the poison that I brought into the US, the country I love. Please forgive me for my sins. If my murder makes it easier for everyone else let the forgiveness please be a part of the healing. Go ahead Warden, murder me. Jesus take me home.
(…)Ya le responderéis a vuestro Creador cuando Dios descubra que habíais ejecutado a un hombre inocente. (…) Mi amor es para mi hijo y mi hija, Nancy, Kathy, Randy y mi futuro nieto. Pido perdón por todo el veneno que traje a los EEUU, el país que amo. Por favor perdona mis pecados. Si mi asesinato lo hace más fácil para todos dejad que el perdón sea parte de la cura. Venga guardia, asesíname. Jesús, llévame a casa
Formaba parte de una organización de narcotraficantes, de ahí a lo del veneno… Descansa en paz Roy. Me parece estupendo que las últimas palabras (“Last Statement”, por si queréis buscar los de otros estados) de los ejecutados se hagan públicas.