Abono Transportes
Mira que me lo planteé… en Febrero voy a estar una semana fuera en Francia, no tengo clase hasta el día 22, y demás circunstancias que me hacían dudar de si debía comprarme el Abono Transportes de febrero o no.
Pero resulta que hoy, primer día de febrero, he hecho dos viajes para ir a trabajar, dos para ir a la universidad a comer, otros dos para ir a casa, uno para ir a tomar café, otro para ir a cenar, y otro para volver a casa… nueve viajes en un día. ¿Por qué he tenido que dudar de mí mismo?
El transporte público unido a algo con que entretenerte (en mi caso el Mario 64 DS) es una maravillosa forma de viajar por Madrid. Y si de paso disfrutas de trayectos tan bonitos como el ir desde Pozuelo a Chamartín en Cercanías viendo los ciervos del Pardo, o de Pozuelo a Príncipe Pío viendo el skyline madrileño y llegando a la urbe justo por Ciudad Universitaria, pues mejor que mejor.
Hoy ha sido un día excepcional y maravilloso, con lo que al final quizás no me salga rentable del todo, pero ¿qué hay de la tranquilidad de saberse poseedor de ese billetito mágico que es el Abono Transportes y la despreocupación por cuántos viajes de metrobús me quedan? A 47€ sí, pero se disfruta.