Llueve, it rains, il pleut, plou, es regnet …
Llueve, sin cesar, llueve, y me gusta. Música tranquila, la ventana abierta y yo con jersey. No es ahora de esas lluvias torrenciales sino que cae lenta, como sin prisa por llegar al suelo. Siempre he oido que este es el tipo de lluvia que le gusta a la Tierra.
El horizonte se difumina y la calle se queda desierta, sobre todo una mañana de sábado, cuando no hay obligaciones que atender. Por suerte hoy tuve yo una y estuve un rato parado, bajo la lluvia, con mi paraguas, oyendo cómo chocaban despacio las pequeñas gotitas sobre mí. Es una de las realidades más bonitas que hay y lo es a la vez en un espacio medianamente grande; ahora estará lloviendo en Atocha, en ese invernadero gigante que te transporta a otras latitudes, o en ese andén gris y triste que piso cada día y se oirá, contra algún techo, el crepitar de la lluvia.
En algún bar de una calle perdida cercana a la Puerta del Sol el dueño habrá abierto la puerta y habrá entrado en su local el mismo olor que entra ahora en mi cuarto: tierra húmeda, aunque no haya tierra en si misma… O quizás lo que sucede es que para los urbanitas ese es nuestro olor a tierra húmeda, como en “ese es el himno de nuestra patria” pero sin patriotismo. Quizás, justo en este mismo instante, esté lloviendo en toda Europa, ¿has pensado en las implicaciones que tiene eso? Cierra los ojos y escucha; ese es nuestro himno ahora.
La canción que oigo es de France Gall y últimamente la ponen tras las noticias de las dos en Hablar por hablar, interpretada por April March:
Quand je suis seule quand je m’ennuie
Que dans un rythme monotone
Au fond de moi ton nom résonne
Il me reste cet air-là
Qui vient me parler de toi
Car en chantant cet air-là
Je ne peux penser qu’à toi
Lorsque tour à tour dans ma vie
Que je n’t'ai pas vu de la semaine
Que je dis comme une litanie
À mon oreiller que je t’aime
Il me reste cet air-là
Qui vient me parler de toi
Car en chantant cet air-là
Je ne peux penser qu’à toi
Sur le triste quai d’une gare
Si un jour la vie nous sépare
Ou que ton cœur change de route
Moi j’aurai le mien en déroute
Il restera cet air-là
À jamais au fond de moi
Car pour toujours cet air-là
Parlera de toi et moi
Il restera cet air-là
À jamais au fond de moi
Et je sais que cet air-là
Te ramènera vers moi
Me gusta la lluvia porque ma hace volverme un poquito más hacia lo que soy, hacia dentro, un lugar al que desde que se me acabó el verano no presto mucha atención; ahora siento que todo sigue funcionando, que no son tales las importancias que les damos a las cosas con el día a día… Sigue lloviendo y eso es lo importante.