Fin de fiesta
Ayer ya se acabaron las dos semanas y media de fiestas de despedida de los “chicos erasmus”. Han sido unos días llenos de excusas por las que celebrar cenas, bailes, reuniones y saraos… Para bien o para mal han acabado. Parece que este año todos empezamos una nueva vida: cambios que hacen que veamos los días de unos meses atrás como muy muy lejanos, como pertenecientes a otro plano, otro mundo.
El lunes empiezo a trabajar y empiezo un máster; otros empiezan su PFC y otros inician un ciclo distinto ya sea orientado hacia el mundo laboral público o privado.
Anteayer sentía vértigo por todos estos cambios, mientras que hoy me doy cuenta de que las cosas tienden a seguir más o menos igual sólo que cambian los artefactos teatrales, ni el guión ni el escenario en si.
La cuarta acepción de la RAE para “resaca” es:
Efecto o serie de consecuencias que produce algún acontecimiento o situación.
En mi caso la resaca se acumula en capas, como en el estudio de la geología, en mi papelera: un espumillón, una rosa y un parche de pirata.