La hora de la verdad
Enciendo la tele y haciendo zaping encuentro en Antena 3 “La hora de la verdad”, una nueva versión de lo que un día se dio en llamar “La máquina de la verdad” en la que mediante un polígrafo se decide si alguien dice o no la verdad. La mayoría de casos (todos los que he visto) son de infidelidades, estando ambos miembros “afectados” en el plató.
Me parece un formato horrible, asqueroso, repugnante. Que se haga un espectáculo de las miserias de la gente y además con un aparato que científicamente no es concluyente. Tal y como se puede leer en la Wikipedia: “…la utilidad del polígrafo no está resuelta. Personas que resultaron ser inocentes no pasaron la prueba, y personas culpables lograron pasarla. En muchos casos se obtienen resultados no concluyentes, y la utilidad del polígrafo depende fundamentalmente de la habilidad de quien conduce la prueba para hacer las preguntas correctas e interpretar correctamente la información que obtiene del instrumento. No se considera al polígrafo como evidencia de ningún tipo.”
Y encima el presentador es dequeista, la música dramáticamente cansina y muchas parejas parecen actores. Y como diría mi amigo imaginario:
Es peor disfrazar de verdad una mentira que exaltar una verdad indecorosa
Al menos en el programa “Mentiras peligrosas” de Leticia Sabater estaba claro que las “historias” eran mentira (de hecho el nombre del programa lo deja clarito :P), lo cual hacía que ese programa se pudiese clasificar dentro de la categoría de arte. En este video se puede apreciar :).
Me sucede una cosa, de estar largas temporadas sin ver la televisión y no relacionándome con la gente más que por internet y por el tradicional medio conocido como “cara a cara” me he creado una versión de la realidad distinta a la que la televisión me ofrece (será porque esos medios me permiten elegir con quién me relaciono). En mi mundo las personas que mantienen una relación amorosa pueden tener otras amistades del sexo por el cual se suelen sentir atraidos. La televisión me muestra un mundo en el que esto no es así; como tantas otras cosas. ¿Quién deforma la realidad?