Monócromo

General, Música, Poesía

Una de las canciones más increibles que he oido nunca es Monochrome, de Yann Tiersen. Una canción escrita en inglés por un francés y traducida al español del primero queda un poco raro, así que parafraseo:

Es igual, puedo intentarlo,
cualquier cosa que quiera…
Siempre sobre un círculo sin dirección.
Ya estoy cansado.

Es igual, de todas formas
se han escapado
mi dignidad y mi mirada.
Ya estoy cansado.

Pero no te asustes:
tengo empleo y suelo ir
tosos los días
en la bicicleta que amaste.

Y apilo libros sin leer
debajo de mi cama,
aunque estoy seguro
de que no volveré a leer jamás.

Desconcentración,
sólamente un desorden blanco
en todas direcciones, a mi alrededor.
Sabes lo cansado que ya estoy…

Pero no te preocupes,
asisto a cenas y fiestas
con viejos amigos que cuidan de mí,
y me traen de vuelta a casa para quedarse.

Suelos monócromos, paredes monócromas,
ausencia es lo único que hay cerca de mí.
Nada excepto silencio a mi alrededor.

Piso monócromos, vida monócroma,
ausencia es lo único que hay cerca de mí
Nada excepto el silencio a mi alrededor.

A veces busco algún evento,
o algo para recordar,
pero realmente tengo la cabeza vacía.

A veces abro las ventanas
y escucho a la gente andando en los callejones.
Hay vida ahí fuera.

Hay varias situaciones que son difíciles de describir y esta canción dá de pleno. Enfermos mentales, viudos, trabajadores en el extranjero… Gotas de pintura floral en el mundo monócromo. Menos mal que empieza a olerse la primavera. Uno de los sitios en los que se oyen ecos de la letra original es en El hombre que comía diccionarios.