Víctimas del terrorismo
Parece ser que hoy en día existe una idolatración, al menos en España, hacia aquellos que han sufrido el golpe del terrorismo en sus propias carnes o en la de los familiares. No digo que esta gente no tenga que estar apoyada, con grupos de apoyo, etc…
Porque cualquier terrorismo debe ser dado de lado en apoyos y enfrentado de frente con las armas del diálogo y el conocimiento. Pero de ahí a dar carta blanca a las víctimas hay un largo trecho. Parece ser que, si no apoyas a “la” Asociación de Víctimas del Terrorismo estás en contra de ellos.
Y la gente que hace comparsa de esta idea, aunque sea de forma sutil, no tiene otro nombre que rastreros, así como otros calificativos. También hay otros que manipulan a las víctimas para ganarse el apoyo de ese grupo de “pobrecitas personas” a los que sempre hay que hacer caso. Y entre ellos hay muchas víctimas. Sí, ¡lo he dicho! Algunas víctimas son rastreras y utilizan su imagen idolatrada para hacer presión política; porque el ser víctima no te exime de poder ser cocinero, un cabrón, futbolista o incluso alguien feliz… Porque las víctimas, aunque muchos no lo crean, siguen siendo personas.