Atentado en Pakistán
Hoy hubo una manifestación para mostrar el rechazo al atentado que cometió EEUU ayer al destruir un poblado en el que supuestamente estaba el número dos de Al Qaeda… Por supuesto que no estaba ya que la ¿inteligencia? estadounidense suele fallar a menudo; eso sí, antes que comprobarlo al 100% es preferible ahorrarse ese gasto y destrozar la vida de los familiares de los 18 muertos.
Bueno, hasta aquí todo correcto, no teníamos duda de la forma de actuar de EEUU pero lo que no termino de comprender es cómo luego se preguntan por qué hay gente dispuesta a morir con tal de provocar un atentado dentro de sus fronteras.
Está claro que el país más poderoso del mundo tiene dos caras: la del estratega calculador que provoca golpes de estado en América Latina con tal de tener a su gente en el poder y la del monstruo sin conocimiento, enorme y maleducado, orgulloso y vengativo. Este último va arrasando con lo que sea de forma descontrolada debido a una idea o sentimiento que a saber cómo ha llegado a su cabeza; como un bebé en una tienda de figuritas de cristal. ¿Quién tiene la culpa de esto? ¿Los medios de desinformación que operan dentro de la tierra prometida de norteamérica? ¿La población desinformada que no se rebela? ¿Los dirigentes políticos? ¿Los magnates económicos?
Recuerdo una entrevista a un soldado en Iraq en la que decía, hablando de la ciudad donde se había inventado la escritura (eso él no lo sabría), “Esto no es normal, no he visto un McDonalds en cinco días. En mi pueblo, que no es muy grande, hay dos.” ¿Y también hay iglesias románicas? Ah perdona, que antes del 1500 en norteamérica vivían en tipis… Con todo el respeto y valoración a la cultura de los indios nativos.
Personalmente yo, y sin ánimo de molestar, construía un Air-Bus para 200 millones de personas y allá os busquéis otro planeta en el que sembrar el odio. Ya llegará el día en que alguien, no sé si con mal corazón o con más razón que un santo, se montará en un avión construido con vuestro dinero, pagará a una azafata deseducada en vuestro sistema y os la volverá a liar parda estrellándolo contra el centro de alguna de vuestras ciudades… De corazón espero que no crezca ese odio, pero no se pueden esperar lechugas cuando has plantado tomates.