El Estatut llega a Madrid
Entre un gran estruendo, sí señor, pero llega con un “por fin” que a algunos les produce un escalofrío y a otros una sonrisa, haya lo que haya bajo ella. A mi lo que sí me producen escalofríos son algunas actitudes (de muy baja frecuencia) que toman algunos sectores políticos.
Como si de ondas hertzianas se tratasen parece que cuanta más baja es la frecuencia de algunas opiniones más lejos llegan. Será la ionosfera. El caso es que la creencia de que Catalunya se independiza, que si tienes un problema con algún habitante de esa preciosa comunidad de España te juzgará un juez catalán, etc. han calado bastante en la gente; o al menos esa es mi impresión.
Y es que tras ver el debate parlamentario un par de horas desde que empecé a cenar ha habido muchas cosas que me han sorprendido; entre ellas el ataque tan feroz contra el Partido Popular. ¿Realmente tanto han mentido y tan descolocados están? Debe ser, no tengo criterio para saberlo exactamente porque no ando tan “en la onda” como los parlamentarios de Esquerra Verds, Chunta Aragonesista, PSOE, IU, PNV o BNG. Pero la impresión es que realmente desde una parte del hemiciclo hay ganas de sembrar miedo, incertidumbre y odio a todo lo catalán. Lo que en los círculos geeks se denomina FUD: Fear, uncertainty and doubt (Miedo, incertidumbre y duda). Lo que sí es verdad es que Catalunya no es España; si es que hay que ser cazurro, una empieza por C y otra por E… Hay gente pa tó.
El anonimato en Internet es lo que tiene, y proliferan como setas blogs liberales en los que mediante la falacia fácil (y no tanto) y con derivados de la palabra libertad se hace uso de ya no la mala educación sino de la total ausencia de esta; apología de la violencia política, de la denigración de la clase política… Vale, yo no creo que este sea el mejor sistema posible, pero renegar de esa gente a la que pagamos por sacar leyes que mejoren un poco el panorama es como llamar “deltas” a tus propios empleados. Y además de ladrones hay gente que curra mucho. Mucho aprendiz de Losantos hay por ahí.
Y no, ni España se disuelve ni el Cola Cao Turbo no hace grumos. Lo que sí sé es que tanto en Catalunya como en Andalucía como en Galicia, como en Euskal Herria como en Madrid sigue habiendo gente increible… Y si todo esto sirve para que ellos (y de paso yo :P) puedan vivir un poco mejor pues que así sea.