Bienvenida al otoño
A veces la velocidad a la que se suceden los eventos es tan alta que uno siente vértigo. En el sentido de que parece que aún no has terminado de vivir algo cuando lo siguiente ya está dando golpes a la puerta para entrar y llenar tu vida de algo.
Pues eso, que el otoño ya ha entrado o está a punto de entrar (nunca he tenido muy claro si es el 21 o el 23 pero una consulta rápida a Wikipedia me aclara que es pasado mañana) y con él unas cuantas cosas que afectan un poco al día a día.
Creo que me costaría bastante vivir en un lugar en el que no hay estaciones; o que sí las hay pero las diferencias meteorológicas son dificilmente apreciables. Me encanta tener distintas ropas para cada época del año, planear cosas distintas en el tiempo de ocio, volcarte más hacia la calle o hacia las casas… Me encanta sacar relaciones entre la carrera que estudio y lo que vivo fuera de ella; y el espectro de la vida tiene unas deltas en 1/24h, 1/7d y 1/365d… A este último es al que me refiero, y ahora la onda a esa frecuencia está con la derivada primera lo más negativa posible.
Osea, que esta es la época en la que día a día más se nota que el tiempo está cambiando, que llegan aires del norte y que cada vez son más necesarias más capas de ropa encima de nuestra piel.