Aires acondicionados
Cada año se hace un uso más brutal y sin sentido del aire acondicionado, lo que eleva el consumo energético y las emisiones negativas para el medio ambiente. Ahora que el verano ya está acabando quiero hacer una pequeña reflexión.
¿Qué nos pasa en el Primer Mundo? Queremos tener más frío en verano que en invierno y viceversa. Los autobuses de casi todas las ciudades españolas (al menos las que he visitado este verano) tienen dentro una temperatura que roza los 15 grados. ¿Es esto lógico? En mi opinión no.
Aunque es peor que en organismos públicos se hagan estas cosas tampoco salimos bien parados los demás (sí sí, la iniciativa privada que la llaman). Al igual que mucha gente en invierno tiene la calefacción a tope mientras tiene las ventanas abiertas, en verano el tener el aire a tope (sin termostato, siempre frío, ala) mientras tienes las ventanas o abiertas o sin bajar ni un poquito la persiana/estor es algo muy común.
Lo del metro de Barcelona ya es de escándalo sanitario. ¿Por qué en los andenes, más o menos, hace 30 grados y en los vagones 18? El catarro que produce el hacer algún trasbordo es para ir al Ayuntamiento y liarse a pañuelazos bien mojados de mucosidades.
Admiro iniciativas como la de Japón: el ir todos a trabajar sin chaqueta para poder reducir el gasto energético del aire acondicionado. Lo acojonante es que lo dice el Presidente del Gobierno y todo el mundo le hace caso. Aquí si el Gobierno propone algo, sólo con tal de llevar la contraria, nadie haría ni puñetero caso, fuera algo interesante o no. Creo que el aire acondicionado se debería sólo utilizar para refrescar un poco y un rato el ambiente en caso de que la temperatura de la casa ya haya llegado a cotas incómodas pero, por favor, un poco de lógica con la temperatura.
Vale, que saldrán muchos con lo de “la electricidad la pago yo y con ella hago lo que quiera”, pues muy bien machote, ojalá se te congelen aun más las ideas.