Emails en cadena
Realmente estoy un poco harto de los emails en cadena. Y eso que desde que son contestados con el intimidatorio “a la próxima te añado a la lista de spam” baja mucho el número que llegan a mi buzón. No me gusta recibir un correo que va destinado a cientos (cuando no miles) de personas más. ¿Pensamos que por tener la dirección de alguien tenemos derecho a mandarle todo lo que nos parece mínimamente interesante? Yo creo que no, tengo en más consideración la inteligencia de mis amigos.
El problema se agrava cuando estas cosas ni las lee la persona que te las manda, son textos que parecen interesantes pero tienen un trasfondo político que a mucha gente le puede parecer asqueroso. Recuerdo aquella cadena que parecía una condena al terrorismo y acababa por enunciar todas las bases políticas de la ultraderecha española… Nonono, ni mi cuenta de correo es un basurero (al menos a eso aspiro) ni tengo que tragarme todo lo que se envía allí.
Por defecto no sigo leyendo en cuanto veo una cabecera con una lista de destinatarios de más de dos líneas. Otro tema son los emails con adjuntos estúpidos y de gran tamaño. Vale, ya sé que tú, amigo Erasmus, tienes una conexión de 20 MB de bajada; yo aún vivo al sur de los Pirineos. Además, ¿qué costaría dar la url donde está eso en una página? Nos ahorraríamos cientos de MB de transferencia que al fin y al cabo cuestan dinero a la gente que mantiene los servidores de correo.
Si quiero reirme de chorradas no es en mi correo donde debería buscar, sino en páginas como AlCachondeo, Minijuegos, El Rellano, y cientos más en las que se repiten las mismas soplapolleces que se suelen mandar por correo.
La culpa de todo la tiene Microsoft, que hizo tan fácil el reenviar algo a todos los conocidos. Tío, monta un blog y cuelga todos los días las 5 payasadas que envías. No es TAN complicado.
¿Qué haces tú ante el spam de tus propios conocidos?