Grana y Oro
En días de ferias taurinas, San Isidro y demás sadismos, no hay momento en que no vea en la televisión ese espectáculo denigrante y sádico y no recuerde esta canción de Reincidentes. Hay gente que defiende “la fiesta nacional” diciendo que si no fuera por eso la raza taurina habría desaparecido. Yo creo en la eutanasia: mejor estar muerto que llevar una vida de humillación y sufrimiento creados artificialmente.
Rojo, sangre, un color muy nacional:
morbo, suerte, sol y arena, ¡vive dios!
Arte, muerte, sirve de alimento,
pase valiente y vuelta al ruedo.
Cuando el acero me traspasa el corazón
y se le llama fiesta, y otra vuelta de tuerca.
Cando el sadismo se convierte en tradición
y la faena infesta y nadie se molesta.
Pinchos siente, recital multicolor;
pasodoble, ambiente, de nobleza y de pasión
la oreja Presidente; los pañuelos al viento.
Alza la frente y mira al cielo.
Cuando el acero me traspasa el corazón
y se le llama fiesta, y otra vuelta de tuerca.
Cuando el sadismo se convierte en tradición
y la faena infesta y nadie se molesta.
Nadie, nadie, nadie eh, nadie.
La puedes bajar aquí (e-link).
Más info sobre la verdad de la Fiesta Nacional, no sigas el enlace si ya tienes mal cuerpo, y no lo digo por las imágenes, ¡qué horror! Atención a esta imagen, ¿son lágrimas?
NO a este espectáculo tan asqueroso: prohibición YA… En Barcelona (o fue Catalunya?) lo hicieron el año pasado. Parece que seguimos en el siglo XV.