My dear RAM
Es que me daba mucha pereza… Buscar el tipo de RAM que mi placa necesitaba (resultó ser módulos DIMM de SDRAM DDR), ir a la tienda, comprarla, montarla… Es que para estas cosas soy muy vago. No es que resultara un desembolso muy grande (45€) pero lo iba dejando.
Pero, aprovechando que hoy yo sigo de fiesta (este puente se parece al de Millau) me he decidido a ir a comprar lo que mi ordenador (urgentemente) necesitaba: más memoria RAM y una controladora USB 2.0.
Lo de la RAM es que, si usas XP, le das un poquito de caña al ordenador, y tienes 256 (como tenía yo hasta hace unos pocos minutos) te desesperas… El XP se pasa la mitad del tiempo paginando memoria (esto es, llevándola al disco duro porque no se usa y, cuando se use, se vuelve a traer a memoria). Esto lo veo lógico si la memoria libre es tan sólo te unos pocos megas, pero XP se reserva tanta para él que cuando ya sólo quedaban 80-100 MB libres empezaba a realizar el proceso. Por ejemplo, si estaba sin utilizar un rato el Firefox, cuando volvía a utilizarlo, podía tardar 15-20 segundos en cargarse del todo…
La solución era cortarse un poco: nada de tener arrancado OpenOffice, Firefox, el Emule, el editor de texto, el servidor web, el servidor MySQL, el Messenger, la consola Java, etc… ¿Le pedimos demasiado a nuestros ordenadores? Pues quizás sí. Aunque ahora por fin podré usar mi ordenador mientras tengo una máquina virtual arrancada con 256 MB de RAM… Queramos o no, un Linux con GNOME en una máquina con 96 MB de RAM: malo malo.