Ingenieros de Caminos
Creo firmemente que, hace ahora unos 50-60 años, hubo una gran generación de ingenieros de caminos. ¿Por qué pienso esto? En mi barrio están haciendo una obra para hacer una incorporación a la carretera de Colmenar; pues bien, todas las tardes al volver de clase hay un grupo surtido de abueletes mirando cómo trabajan, cómo alisan el terreno, cómo echan asfalto, cómo hacen la acera, etc…
Lo más curioso es que la mayoría, además de mirar, opina; hablan con los obreros, y entre ellos hablan haciendo gestos como de capas en las que se insertan cosas o de moldear… No sé qué dicen porque llevo los cascos puestos; pero me imagino las conversaciones: “Lo que avanza el mundo”, “Sí que se trabaja rápido con estas máquinas”, “Los materiales de hoy son una birria”, “Mira a esos gandules”, …
¿Será que en mi barrio se juntaron todos los ingenieros de caminos? No lo sé, quizás las obras, lo nuevo, la creación, el progreso, es algo que nos atrae a los humanos cuando llegamos a cierta edad. Aún recuerdo al personaje de La Caverna de Saramago… Observando pasivo un centro comercial, con sus colores, sus artefactos mecánicos y la imposible densidad de cosas que se aglutinan en las estanterías… ¿El mundo tan deprisa que cuando llegamos a viejos no lo entendemos? ¿O estamos dirigiéndolo todo en la dirección incorrecta?