Poco a poco
Poco a poco los exámenes se acaban, van pasando uno tras otro como cuando en una noche tienes varios sueños que se solapan… Tengo ganas de hacer lo que siempre hago tras acabar el último exámen: un buen baño de espuma. De pequeño recuerdo pocas duchas y sí muchos baños (¿poca conciencia ecológica? quizás). Y ahora me gusta disfrutar de la tranquilidad en contraste con la constante presión de los examenes.
Durante los exámenes, al menos yo, disfrutas de los momentos de paz en los que no piensas nada sobre si has estudiado demasiado poco, si lo llevas bien preparado, etc… Hay algunos momentos así. Como por ejemplo el de estar bajo la ducha sintiendo el agua caliente abrir tus poros mientras tu cabeza se apoya en la fría pared sin pensar realmente en nada, como si una melodía que te sale de dentro te arropara como aquella vez que ya no recuerdas. Otro de esos momentos es aquel en que, finalmente, te metes bajo tus sábanas y poco a poco el calor de tu cuerpo, junto al provocado cuando te frotas con el colchón, va elevando la temperatura de todo lo que te rodea como una nube hecha de sueños; por eso me gustan los nórdicos de plumas ya que pesan poco y mantienen el calor… Como las nubes, ¿no?
Tengo ganas de meterme en la cama y cerrar los ojos