Desde el Cercanías
Hoy es viernes. Estoy en el Cercanías, estación de El Pozo, yendo hacia casa porque, aprovechando que hoy salgo cuando aún es de día, puedo ver un poco la ciudad con luz.
Desde el andén de Vallecas acabo de ver un enjambre de edificios recibiendo la luz del atardecer; realmente una imágen bonita y que me sigue dando ganas de seguir siendo un urbanita convencido. Me gusta la ciudad, una aglomeración medianamente ordenada que desborda gentío y vida por cada puerta, cada ventana…
Eso sí, uno debe no olvidarse de lo que hay más allá de los, como si fueran fronteras o la costa marítima, límites de la ciudad. El campo es un lugar de anárquica perfección que nos recuerda quienes somos en realidad y, si afinamos un poco la mente, de dónde venimos y cómo es el lugar al que nos gustaría irnos dirigiendo.
Todo lugar, rincón, o situación pueden llegar a ser mágicos… Sólo hay que plantearselo.
Un abrazo desde la estación de Nuevos Ministerios.