Fin práctico del verano
El verano acaba en la práctica (a pesar de que teóricamente acabó el 21): mañana empiezo las clases. Tengo ganas de ver cómo es el nuevo curso y no tengo ganas de ver cómo no conozco a (casi) nadie de mi clase… Vaya… Los días se hacen cada vez más cortos y me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de lo bonito que es que haya estaciones y lo triste que es que se acaben… Cada estación tiene un ritmo de vida, aunque sea psicosomático…
Quiero ir al Retiro, a ver si alguien se apunta un día de estos: los mejores días son estos en los que aún no hay laboratorios ni nada que se le parezca y hay toooodo el tiempo del mundo (al menos de nuestro mundo, no sé de otros) para disfrutar del otoño en Madrid. Además el Retiro en otoño tiene un aire de melancolía que, si pusieran altavoces con alguna BSO que me sé yo no habría persona con corazón que no se enamorara allí ;).
Llevo saliendo desde el miércoles y hoy ya tengo ganas de hacer un plan tranqui… Muuuchas ganas; creo que quedaré con un par de amigas para tomar algo después de cenar. Espero no tener un horario muy complicado este año y poder hacer esto a menudo (y sobre todo poder seguir saliendo los jueves ;)).
Hoy me dediqué a jugar al Need for Speed Underground, ví la película de Torremolinos 73 y cumplimenté el impreso para solicitar una beca que no creo que me acepten; pero si cuela, cuela. Plan de vacaciones y vagueo total, que hay que disfrutarlo oiga!
Un abrazo