Acampada con l@s delegad@s
Hola a todos, hacía tiempo que no escribia nada y por lo tanto, como es lógico, bajaron las visitas durante estos días. A lo tonto ya estamos en diciembre, el frío, el granizo (como esta mañana en el suroeste de Madrid), en fin … otra vez se repite el ciclo.
Ayer llegué de la acampada con l@s delegad@s que fue mucho mejor de lo que me había imaginado.
Hemos trabajado mucho, debatido sobre la EUITT, el futuro, el plan de bolonia, etc… Y además hemos salido mucho y bien. Lo único malo es que he dormido 6 horas en todo el finde, y salí el jueves, el viernes y el sábado, con el consiguiente cansancio.
Estuvimos en un pueblo de la sierra segoviana, San Rafael. Me gusta mucho el ambiente de los pueblos, no para vivir ahí sino para ver las diferencias con la ciudad. Nada más salir la primera diferencia fue clara: el precio de la bebida: 1,3 un tercio, 2-3 las copas… Como todos imaginareis esto es bueno, pues yo pienso al contrario ya que debido al bajo precio de las copas acabé a las 6 de la mañana vomitando en el albergue; con el consiguiente malestar del día siguiente. Pero hasta que mezclé ron y vodka (allá sobre las 5) todo fue genial: bailando, charlando, riéndo, etc… Me sorprendió mucho la gente, muy abiertos, muy limpios, muy majos
Es increible lo diferente que, a pesar de todo, sigue siendo la vida en los pueblos a la de la ciudad. La discoteca estaba llena de chicos “bien vestidos”, con su camisita, como “buscando moza”, no se si se me entiende pero me hizo mucha gracia. Es lógico, al ser sitios más pequeños no puedes pretender que no te conozca nadie y supongo que eso afecta al comportamiento. Las discotecas a las que fuimos el viernes y el sábado eran …no sé, de pueblo… Todo muy “lujoso”, etc… Me recordaba todo a las películas españolas de los años 40-50, como si estando en un sitio así fueras alguien con “buenos bienes” (aunque realmente no lo seas).
Cambiando de tercio, estoy increíblemente más contento que cuando me levante. He encontrado unos apuntes que daba por perdidos, he terminado dos practicas que daba por imposibles, etc… Es triste que a veces demos demasiada importancia a cosas que no la tienen realmente; digo triste porque nos rallamos inutilmente y entristecemos. Aunque bueno, el hecho de preocuparnos por ese tipo de cosas es señal de que no tenemos problemas más grandes que eso… Con lo que llego a la conclusión de que el ser humano necesita estar preocupado por algo.
Pido perdón a los que me visiten desde el Reina por que tienen que echar un poco el scroll de la web a la derecha, pero desde el resto (casi) del mundo se ve bien. Sin más cavilaciones, el niño robot éste se va a dormir. Un abrazo a tod@s.