Buenas noches, ahora sí que está todo oscuro, al menos fuera de aquí… Me encanta quedarme con esta lucecita pequeña en la inmensidad volumétrica de Madrid. ¡Qué oscuro está fuera! Si lo piensas mucho a veces te da vértigo el hecho de que haya tanto volumen ahi fuera y estemos aqui sujetos al suelo en un habitáculo pequeño, como teniendo miedo de que nos fueramos a salir por la ventana hacia allá, como un globo que se desata de su amarre en mitad de la noche…
No sé por qué, de vez en cuando me quedo embobado con Google, introduciendo una búsqueda de imágenes y dando a siguiente una y otra vez viendo lo que me muestra el mundo… Hoy puse “Madrid”, “Imágenes tamaño wallpaper”, … y de veras que me he quedado como una hora mirando fotos. Fotos de gente que viaja, fotos de enamorados, de árboles, de atardeceres, fotos de madrileñ@s en su rutina, fotos aéreas donde reconocí tantos sitios… Que hermoso puede llegar a ser Google; tan hermoso como queramos, ya que nosotros lo hacemos y también lo asimilamos. Quizás sea la música que tengo ahora (M80 los domingos de madrugada da lugar a este tipo de pensamientos), pero estoy bastante feliz de pensar lo que estoy pensando.
Este fin de semana no fue muy allá, sólo salí un dia y por lo menos no me lo pasé mal. El resto casi no he salido de casa para poder estudiar y esas cosas; pero como me sucede a menudo: no hice casi nada. Así que mañana me tocará currar en la biblioteca de la facultad.
Cada minuto que pasa la oscuridad de fuera se hace más y más intensa; cada minuto que pasa una vida se echa a dormir apagando con ella la luz que ilumina la atmósfera de la ciudad desde su ventana. Jo, que rallado estoy hoy pero… es increíble que las cosas sean como sean.
Mañana prometo no estar tan rallado. Ya es tarde, pero me habían entrado muchas ganas de escribir un poco antes de dormir (5 horas y 20 minutos ahora mismo, cuando acabe de escribir serán menos). Y ya lo he hecho.