Hace tiempo que no escribo, los lunes martes y miércoles llego a las 10:30 a casa (aunque esta semana, por cosas de la vida llegué antes) y estoy cansado. Por fin llegó el miércoles, aunque hoy no saldre, quizás mañana…
Hoy el metro estaba lleno de gente triste, parecía como si siguieran un camino todos los días sin ninguna ilusión, o ganas por llegar. Espero nunca llegar a ser así; yo quiero que, cada cosa que haga, sea disfrutándola…
Hoy a las 7:15 de la mañana aun era de noche pero en el edificio de enfrente ya había muchas ventanas encendidas… Un día voy a hacer una gráfica de “vida activa” por horas del día, según el número de ventanas encendidas… contando la mía. Uno de los métodos más fiables para medir la calidad de vida de un país es el número de grifos por persona; si algo tan, aparentemente, absurdo es comunmente aceptado ¿Por qué no aceptar también mi teoría? (…)
Estoy muy contento con mi vida de ahora, de verdad… Me levanto cada mañana con ilusiones y esperanzas; y aquí, en la uni, me siento bien. Sé que me siento bien porque 2 días a la semana estoy 13 horas aqui, otro 9, otro 8 y otro 3; no me rallo demasiado aqui, siempre tengo algo que hacer, alguien con quien hablar, … No me desilusiono, asi que llego a la conclusión de que aquí estoy bien.
La tecnología cada día me hace pensar más. Por ejemplo, con mi disco USB llevo todo lo que necesito a cualquier parte. Lo uso como un disco duro de datos en casa, la facultad, etc… Me parece increíble no sólo desde el punto de vista tecnológico (integración de 256 MB de memoria sólida en ese espacio) sino en lo humano, lo potente que es tener acceso a “lo tuyo” “everytime everywhere”.
Hoy me volvió a sorprender salir del metro y encontrarme oscuridad, … Vuelves a la realidad tras media hora en un ambiente de luz artificial, video y audio en los andenes, y gente triste caminando (aunque no me olvido de los “ángeles”)… Como ya comenté con los centros comerciales … ¡qué triste! Además, cuando cierran el metro sigue habiendo luz, no tan fuerte, pero sigue existiendo esa realidad fingida.
Con lo de los ángeles me refiero a que hay gente en el metro, en la calle, etc… Que con sólo mirarles te entran ganas de buscarle sentido a las cosas que haces, de que aunque no haya metas visibles siempre estará ahi en segundo plano la meta de seguir viviendo y ser feliz con lo que uno hace.